sábado, marzo 18, 2006

Conceptualismos en el arte


¿Saben? Anda circulando gratuitamente en Antofagasta y traído directamente desde la capital, un periódico llamado “Arte al Límite” y que se especializa precisamente en temas de arte. La iniciativa (muy loable, por cierto) corresponde al productor local Christian Núñez, quien lo tiene inserto dentro de sus múltiples proyectos. La idea es que llegue mensualmente a nuestra zona y por qué no decirlo, que posteriormente publique algunas de las actividades acá realizadas. Entre las razones, Núñez comentó y de manera muy certera, que en la ciudad no hay periodistas especializados en arte y mucho menos hay cabida en los dos diarios que tenemos.
Felicitaciones por este nuevo logro y gracias por la constante preocupación, Christian.
En una de sus 16 páginas y en un formato bastante amigable, encontré un texto en la edición de marzo que me llamó mucho la atención y que es tema recurrente en el pequeño círculo de colegas con los que se habla el tema. Se llama “Chile arte extremo. Nuevas tendencias en el cambio de siglo”, de la colega Carolina Lara.
Allí se habla de los artistas neoconceptuales, quienes en los ’90 arribaron con un esquema complejo, teorizado y excluyente. Hay una interrogante muy cierta que nos plantea la profesional, en cuanto al por qué en un país adormecido por el éxito económico y con dramáticas inequidades socioculturales, los artistas sólo parecen sigilosos intelectuales que hablan para otros artistas y teóricos desde salas especializadas, universidades y grandes bienales. Es aquí dónde la periodista nos hace recuerdo de los artistas vanguardistas de los ’60.
Posteriormente señala: “la academización, profesionalización e internacionalización de los lenguajes parecen ser condicionantes determinantes para los artistas nacionales que, apenas egresan de la universidad entran a postgrados, pasantías o talleres de residencia. Quienes muy informados en arte contemporáneo, así como en tendencias estéticas y filosófica, suelen también ser docentes. Para ellos la obra es tanto presencia como reflexión; un pensamiento visual que atrae a un público nutrido de estudiantes, gestores, académicos y especialistas: el mismo círculo al que llegan los catálogos que generan sus exposiciones”.
Sin embargo, para mí claro está que en materia de arte nadie tiene la última palabra. Es por ello mi molestia cuando veo la nula aceptación de comentarios o críticas a las obras por parte de los ya denominados “divos”.
Quizás aún no sea yo tan “moderna” en mi concepción de arte, pues para mí está íntimamente ligado a la belleza y estética. Me cuesta apreciar una instalación o una performance, que se desapegue de estos parámetros.
Concuerdo con un joven, quien junto a su padre visitaba la pinacoteca de la Universidad de Concepción. Allí había una muestra de arte moderno, o sea, una bandera quemada, unos manchones en el suelo y otras figuras que difícilmente yo llamaría arte. Todos contemplábamos aquello. Hasta que el joven no pudo más y le dijo a su padre: “Esto no es arte. O sea, si yo vengo y pego un moco en esta pared ¿puedo decir que es arte?”. Su padre lo mira y le pide que no se exprese así, pues de seguro le incomodó mi cercana presencia, sin saber que yo pensaba exactamente igual a su hijo.

1 comentario:

Viddeara dijo...

Arte al Límite... tengo una de esas en mi casa (gentileza de mi hermana).
Mitsh, este Christian Núñez... al oarecer el movimiento cultural en Afta. está creciendo. Felicitaciones!.
Un beso.