En la edición de abril del periódico me dieron el espacio del director, o sea, la editorial. Escribí sobre un tema que me interesa, a ver qué les parece...
Voluntariado cultural
La solidaridad debería ser parte importante de nuestro quehacer diario, por lo menos así nos han enseñado. Sin embargo, lo ideal sería que no estuviera enfocada únicamente en el aspecto económico, pues la entrega de tiempo también es valiosa…muy valiosa.
Quizás lo injusto, aunque loable, es que el voluntariado y la beneficencia estén direccionados casi exclusivamente al área de la extrema pobreza. Las entidades sociales que trabajan con niños, abuelitos, rehabilitación y otros, cuentan con ingresos de particulares y empresas, lo que si bien se agradece, nos hace olvidar que existe un voluntariado que está dejándose de lado, tanto en las donaciones, como en presencia, me refiero al CULTURAL.
Sería muy interesante que los donativos y la entrega de tiempo también fueran a parar a estas arcas, pues hay muchos quienes podrían interesarse en generar ideas y llevarlas a cabo, tal y como se hace en países desarrollados donde existen voluntarios y fondos para dar a conocer y mantener museos, bibliotecas, patrimonio histórico, etc.
En nuestra región existe material suficiente para dar el vamos a esta iniciativa, pero algo falta. Existen agrupaciones culturales con voluntarios dispuestos a participar sin recibir nada a cambio. Lamentablemente el apoyo por lo general es escaso, incluso el de la propia comunidad, pues cuando se generan las invitaciones, siempre concurren los mismos fieles amigos de los que a estas alturas podemos definir como idealistas.
Somos una región con recursos y con una población que por años se ha quejado de la poca cultura existente. Es hora de abrir los ojos y mirar hacia el lado, pues allí está lo que no queremos ver. Fomentemos el voluntariado cultural, se reciben aportes, se aceptan voluntarios…la cultura también necesita de la beneficencia…