martes, abril 24, 2007

Editorial Región Minera

En la edición de abril del periódico me dieron el espacio del director, o sea, la editorial. Escribí sobre un tema que me interesa, a ver qué les parece...

Voluntariado cultural

La solidaridad debería ser parte importante de nuestro quehacer diario, por lo menos así nos han enseñado. Sin embargo, lo ideal sería que no estuviera enfocada únicamente en el aspecto económico, pues la entrega de tiempo también es valiosa…muy valiosa.

Quizás lo injusto, aunque loable, es que el voluntariado y la beneficencia estén direccionados casi exclusivamente al área de la extrema pobreza. Las entidades sociales que trabajan con niños, abuelitos, rehabilitación y otros, cuentan con ingresos de particulares y empresas, lo que si bien se agradece, nos hace olvidar que existe un voluntariado que está dejándose de lado, tanto en las donaciones, como en presencia, me refiero al CULTURAL.

Sería muy interesante que los donativos y la entrega de tiempo también fueran a parar a estas arcas, pues hay muchos quienes podrían interesarse en generar ideas y llevarlas a cabo, tal y como se hace en países desarrollados donde existen voluntarios y fondos para dar a conocer y mantener museos, bibliotecas, patrimonio histórico, etc.

En nuestra región existe material suficiente para dar el vamos a esta iniciativa, pero algo falta. Existen agrupaciones culturales con voluntarios dispuestos a participar sin recibir nada a cambio. Lamentablemente el apoyo por lo general es escaso, incluso el de la propia comunidad, pues cuando se generan las invitaciones, siempre concurren los mismos fieles amigos de los que a estas alturas podemos definir como idealistas.

Somos una región con recursos y con una población que por años se ha quejado de la poca cultura existente. Es hora de abrir los ojos y mirar hacia el lado, pues allí está lo que no queremos ver. Fomentemos el voluntariado cultural, se reciben aportes, se aceptan voluntarios…la cultura también necesita de la beneficencia…

5 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Estoy de acuerdo contigo, sin embargo las personas suelen poner enfasis en la beneficencia a los más pobres porque sienten que es allí donde su esfuerzo tendrá un impacto más directo; en mejorar la calidad de vida de las personas y por ende, de la sociedad. Tal vez el punto no es tratar de reconvertir a los benefactores sociales(por llamarlos de alguna manera) sino de atraer a nuevos benefactores, ésta vez enfocados específicamente a la cultura. Para ello primero se deben crear nodos de organización, y que éstos a su vez cuenten con la debida difusión para lograr crear una base benefactora cultural.

Saludos.

Anónimo dijo...

Creo que la idea es buena, pero difícil considerando que la solidaridad que se hace en países del tercer mundo se aboca a satisfacer necesidades básicas. En ese sentido, la cultura pasa a ser casi un lujo (lemantablemente, por cierto) si se tiene en cuenta que al menos un cuarto de la población chilena es pobre...y necesita ayuda. Lo cultural es claramente importante y si existen mecenas actuales que ayuden es lo ideal, pero no puede desconocerse la verdadera necesidad de ayudar a quienes viven en la pobreza. Buena idea en todo caso. Saludos. Xilo.

Karlo dijo...

Cuando lei la editorial en el papel me gusto...ahora también

Comparto tu planteamiento, aunque suene idealista

saludos cordiales
atte Karlo

marcolico dijo...

Aplaudo de pie esa iniciativa.
Buena tribuna le dieron, no le parece?

princesita de papel dijo...

en mi carrera se ve algo que tiene directa relacion con lo que tu dices es la responsabilidad social corporativa o empresarial... pa mi gusto las "buenas intenciones" de las empresas al final nunca son buenas intenciones... al final lo que importa es el posicionamiento de la marca pero aveces pienso si al final nada es gratis y una empresa esta pasando monedas pa una institucion o patromonio cultural al final igual es valido o no?