Quienes me conocen saben de mi pasión por esta gesta heroica y mi admiración por el capitán Prat, que va más allá de su arenga la que siempre me recuerda a la de Leónidas a sus 300 espartanos en las Termópilas... siglos de diferencia, misma nobleza e idealismos, que ya son difíciles de encontrar.
Pero vamos a la película. Para quién conoce la historia y la admira, quedará un poco decepcionado. Si bien es cierto hay un acercamiento al rigor de la batalla, al trabajo de las calderas, hay mucha falta mucho misticismo. El personaje de Prat no queda a la altura. Me gustó mucho más el actor de "Héroes". Falto esa elegancia, temple, caballerosidad, sabiduría y brillo de sus ojos. Su arenga no me conmovió y terminada ésta, creo que el comportamiento de Prat fue demasiado eufórico para su personalidad.
Sin embargo, la batalla fue muy bien lograda, los espolonazos, el hundimiento. Una creíble Esmeralda y un muy potente Huáscar al que he podido visitar, primeramente cuando pequeña, encontrándolo muy grande y perdiéndome dentro de él y posteriormente ya joven, donde se me hizo mucho más pequeño.
También creo que se hace justicia al comportamiento de Grau y se muestra la gallardía de nuestros oficiales marinos, aún siendo tomados prisioneros de guerra.
Es una película que de todas formas recomiendo ver, para también incentivar la realización de este tipo de filmes chilenos que escapan a los ya trillados temas de sexo y pronunciamiento militar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario