El Kyudo me ha traído muchas satisfacciones. Entre ellas afiatar la relación de un buen grupo de amigos, que comparten este sendero y la vida.Uno de ellos me escribió algo que me pareció muy bello y en un momento especial:
“La oración es como una flecha dirigida al cielo, lo roza, se impregna de su esencia y desciende al corazón de aquél por quien se ora”. Ten la certeza que te acompañaremos con muchas flechas...
También nos solicitaron una entrevista para una revista. El fin de semana realizamos la parte gráfica entre el desierto y el mar con un fotógrafo amigo. Fue una buena experiencia, aunque tensar el arco en demasía esperando el click y dejándonos llevar por las instrucciones del artista, fue algo realmente cansador para nuestros brazos.
Sin embargo y como dijo una amiga, podíamos aprovechar de meditar en ese dojo natural….no sé si lo logré, pero por más de una hora me desconecté de todo, ni siquiera pensé en el celular ni las cosas que me quedaban por hacer….
Finalmente vimos las fotos y quedaron geniales. Ahora falta la entrevista y entender la atracción que esto provoca en los demás, pues en pleno desierto algunos vehículos paraban y sus ocupantes nos fotografiaban…no deja de ser vistoso 4 arqueros con indumentarias y posturas que tratan de ser elegantes, estéticas y nobles...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario