
Sin embargo, creo que Mejillones tiene mucho por hacer en torno al turismo y a la gastronomía...aún se ve poco movimiento. Imagino que a ellos esa tranquiliad les agrada, pero esa porteña ciudad puede crecer mucho más y necesita hacerlo ante tanta nueva empresa que allí se ha radicado. De echo hay ya una Asociación de Industriales que desea trabajar por la comuna.
Pero volviendo al turismo y la gastronomía. Hoy fui a un restaurante con onda de picada, pero que tiene un gran plus: un sector para comer casi en la misma playa...una especie de terraza donde las olas y las gaviotas hacían un excelente acompañamiento.
"Gullibert II" se llama el local ubicado al lado del terminal pesquero, entre gitanos y pescadores en su exterior. Luego de almorzar, se puede caminar por el muelle ubicado a la salida y aprovechar de ver si hay productos recién sacados del mar.
Hoy pedimos el menú. Bastante barato y que consistía en un rico caldillo de pescado...quizás con un exceso de color y un plato de fondo de pescado frito con arroz y ensalada surtida. Ello acompañado con pancito y una rica pasta de ají. Lo simpático es que quien atendía nos decía si los mariscos estaban blanditos o si el pastel de jaibas estaba chico....no es malo la honradez.
Un restaurante donde lo más importante es la cercanía con la brisa marina...recomendable si a una picada se quiere ir.
Ah! alguna vez me recomendaron otra que no es para nada mala, pero también muuuuy picada. es barata y sabrosa. Se llama Cobreloa y está frente a la Copec.
4 comentarios:
Uyy.. interesante espacio en la blogosfera...
Me dré el tiempo que se merece para leer todo.
Un abrazo
Gracias Gonzalo! No todo es bueno, pero se hace con sinceridad.
Sldos.
Si alguna vez voy a Mejillones, que no lo conozco aún, tomaré en cuenta este dato.
Saludos
Mejillones tiene lo suyo..así que estará a la espera de tu visita.
Sldos y gracias por pasar.
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