
En estos días me ha tocado realizar varios cursos de degustación, los cuales he dictado gustosa. Ellos me han servido, primero, para confirmar que a la gente que verdaderamente le gusta el tema se le nota. Quienes sólo quieren parecer snob o pasar un rato entretenido, no son de gran aporte.
Hay que destacar que para la realización de cursos en Antofagasta es muy importante que las diversas entidades creen lazos, pues al final todos nos vemos beneficiados. Felicito a Coaniquem por su iniciativa artística-vitivinícola y agradezco la organización de Biblioteca Viva y sus auspiciadores. Recalco el gran apoyo del restaurante Océano y el Club de Amantes del Vino (CAV). El primero por facilitar sus agradables instalaciones y algunos mostos y el segundo por su interés en difundir el tema y proveernos de especiales botellas para la degustación, esas que lamentablemente no vemos habitualmente en las estanterías. Estas dos entidades han apoyado más de un evento con la clara motivación de mover el concepto en la ciudad.
Una gran experiencia para mí fue el interés de participantes españoles, peruanos, argentinos, alemanes y chilenos, todos unidos por el placer del vino, el deseo de aprender y aportar, pues muchas inquietudes nos surgieron las que poco a poco iremos dilucidando en esta columna. Siempre digo que en este tipo de actividades todos aprendemos. Sería muy bueno que nosotros defendiéramos lo nuestro con la misma pasión que los hispanos.
Bueno y en lo concreto, recomiendo: Antakari/Falernia/Sauvignon Blanc (venta sólo en Santiago), Meli/Riesling, Art/Aresti/Gewürztraminer, Gracia de Chile/ Reserva Superior/ Cabernet Sauvignon y Meli/Carignan que no a todos convenció, pero es una cepa que vale la pena conocer.
Hay que destacar que para la realización de cursos en Antofagasta es muy importante que las diversas entidades creen lazos, pues al final todos nos vemos beneficiados. Felicito a Coaniquem por su iniciativa artística-vitivinícola y agradezco la organización de Biblioteca Viva y sus auspiciadores. Recalco el gran apoyo del restaurante Océano y el Club de Amantes del Vino (CAV). El primero por facilitar sus agradables instalaciones y algunos mostos y el segundo por su interés en difundir el tema y proveernos de especiales botellas para la degustación, esas que lamentablemente no vemos habitualmente en las estanterías. Estas dos entidades han apoyado más de un evento con la clara motivación de mover el concepto en la ciudad.
Una gran experiencia para mí fue el interés de participantes españoles, peruanos, argentinos, alemanes y chilenos, todos unidos por el placer del vino, el deseo de aprender y aportar, pues muchas inquietudes nos surgieron las que poco a poco iremos dilucidando en esta columna. Siempre digo que en este tipo de actividades todos aprendemos. Sería muy bueno que nosotros defendiéramos lo nuestro con la misma pasión que los hispanos.
Bueno y en lo concreto, recomiendo: Antakari/Falernia/Sauvignon Blanc (venta sólo en Santiago), Meli/Riesling, Art/Aresti/Gewürztraminer, Gracia de Chile/ Reserva Superior/ Cabernet Sauvignon y Meli/Carignan que no a todos convenció, pero es una cepa que vale la pena conocer.